La soledad

Maldita soledad que a todo el mundo persigue. En realidad es eso lo que nos importa, porque, ¿Quién quiere estar solo? Todos necesitamos sentirnos parte de algo, de un grupo. 
La necesidad de sentir que hay alguien ahí contigo, que con solo el rozar tu piel te hace sentir bien, que te quiere tal y como eres. 
Ya no sabemos como esquivar ese sentimiento y buscamos la compañía en el alcohol, pero 

"emborracharse no sustituye la falta de compañía, pues de soledad te llenas conforme la botella se vacia"

Y la verdad es que el alcohol es una salida fácil, porque aunque no cambie nada de nosotros y sigamos igual que al principio, cometemos el error de creer que nos va a hacer sentir mejor.
La gente busca la compañía en cosas materiales, es más difícil confiar en la gente, que te puede hacer daño, te puede fallar...  Nos volvemos desconfiados y por ello solos, ante un mundo donde es muy difícil confiar en la gente y cada uno va a su rollo. Es irónico que habiendo tanta gente en el mundo, siga habiendo gente que se siente sola.

Para no sentirse solo primero debemos conocernos a nosotros mismos y poder dar a la gente aquello que queremos que nos den, pero esto es un arma de doble filo, ya que no siempre es correspondido, las cosas no siempre salen como habíamos pensado. Conócete a ti mismo y a los que te rodean, es la mejor forma de saber que hacer en cada momento, de saber que darle a la persona que tienes al lado, saber que nunca estarás solo.